Dibujo por Marvin Castillo |
Hasta yo me sorprendo de tener veinte y verme así.
¨If I could start again A million miles away I will keep myself
I would find a way¨ Hurt - Nine Inch Nails
El cuerpo como distorsión de una vida mal llevada,
el peso de la carne como metáfora del barro que soy (o seré) una canción hermosa como predicción de lo que es el alma.
Se pudren mis lamentos en esta espalda, quebrada de dormir. Recorro con los ojos los recuerdos de una niñez inconclusa.
Me pregunto viéndome al espejo ¿qué me habrá pasado? Sin saber en qué momento perdí el rumbo.
Veo a un niño ahogándose en playa hermosa, y soy yo.
Y soy el cráneo abierto detrás del palacio de los deportes, soy la sangre que brotó de mi cuello en la sala de la casa,
soy los dos brazos rotos que no tienen ganas de ir a la escuela.
Soy el niño que ya no es niño y no puede recordar el sonido del dolor.
A veces me despierto a abrazarte y me acuerdo que te fuiste. (19)
Todo eso es en vano, como no dormir.
Luis Alberto Spinetta.
Hablé de la muerte y quemé mis pupilas con noches interminables sin parpadear. Te recordé entre luces,
entre bucles de sonido inentendibles
Me arropé con lo que devolviste desde la garganta, ese rencor, al que aseguras no pertenecer.
Contesté tus llamadas, para oírte decir todo, excepto mi nombre.
Me llené la boca con respuestas
a preguntas que ya no tienen importancia. Vi las casas de la capital a lo lejos,
y me pregunté, si todos duermen
¿de dónde viene el dolor?
Recite de memoria
los poemas que solíamos leer juntos. Canté y me desangre en puentes amarillos, los diez minutos completos.
Para saber que después de todo este tiempo, ahora amanezco solo.
Sin título.
Por el retrovisor se siente el frío,
un poco de Nirvana o tal vez Weezer
y aún no recuperó los libros que presté.
En octubre decepcioné a una chica de cabello corto en febrero tenía una amiga que ahora no me habla
Sentado en las aceras de San José me acompañan los carros parqueados y la gente borrosa, siempre sola.
Recuerdo el vestido, el bar y todo lo demás.
Dije feliz cumple años
y bailé casi hasta el amanecer
Reviso el celular todos los días, camino en conversaciones desiertas, playlist de música sin nombre
y las ganas de escribir un mensaje
a alguien que no le hablo hace un año.
En el silencio mis ojos,
que se recuperan de la ceguera, y al mismo tiempo vuelven a ella,
descansan las bocas de tantas personas que dicen adiós.
Y yo siempre hasta luego.
Bryan Sánchez Rivera, nace en Heredia en 1999. Estudió creación literaria en el Conservatorio de Castella, empezando así a leer bastante y a escribir sus primeros textos. Oficio que no abandonaría en los años posteriores a su graduación del colegio. Ha sido publicado en la revista Chilena, Sapo y la revista Mexicana, Campo de plumas. También suele leer en los recitales para hacerse de un espacio y un nombre entre las voces jóvenes de la poesía costarricense.
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